Carmela Martínez Hechavarría (de amarillo). |
Todavía la película Conducta está
fresca en las mentes y los corazones de todos. Mucho he leído sobre la Carmela (Maestra real de
carne y hueso que trabaja en una escuelita primaria de la capital de Cuba) que
interpretó magistralmente la actriz Alina Rodríguez en el recién estrenado
filme de Ernesto Daranas Serrano.
Y que este 23 de abril estuviera
Carmela Martínez Hechavarría aquí en nuestro terruño no podía pasar
desapercibida para esta redactora al igual que para los tantos que supieron de su
presencia.
Luego de las presentaciones de rigor accedió
a intercambiar para este sitio:
Raquel Castro Milán: cuando supo del
proyecto de Daranas, imaginó que la película sería tan exitosa?
Carmela Martínez Hechavarría: “nunca
pensé que mi labor diaria en un aula común y corriente como las miles que hay
en toda Cuba sería acogida de esta manera – tampoco imaginaba a Alina Rodríguez
encarnando a mi persona, no porque no fuera una actriz extraordinaria si no
porque pensaba que no iba a ser yo”.
RCM: la primera impresión de la
película
CMH: “no pude terminar de verla… se
mezclaron muchos recuerdos, era verme ahí en esa pantalla, ver a mis alumnos a
los tantos que han pasado por mis manos – fíjese como es que todavía no he
podido verla de un tirón, lo más cercano a eso fue el visionaje que se hizo en
un taller nacional de valores, donde la iban pasando por partes para propiciar
los debates.
Ya ha pasado un tiempo y sé que en
algún momento podré hacerlo es una deuda que tengo conmigo misma.
RCM: solo quien conoce de los avatares
de un aula entiende la relación especial que se establece con los niños, al
cabo de tantos años cómo ve ese proceso?
CMH: es un denominador común que marca
a cada maestro, a quien sienta verdadero amor por la profesión de educar. Por
eso aseguro que hay muchas Carmelas en las aulas cubanas como también sé que en
cada una hay un Chalas, lo fundamental es no quedar conforme y seguir cambiando
mentalidades y transformar los modos de actuación para el bien de niños y de la
sociedad toda.
RCM: ¿por qué José Martí en las clases
de Carmela? Hay un impás… piensa… suspira hondo… al final con ojos brillosos y
una sonrisa en los labios…
CMH: Martí es un icono como maestro,
es mi paradigma, mi mayor patrón. De él lo leído casi todo y los propios
alumnos han sido quienes me han abastecido pues siempre me llevan algún que
otro título y así se ha estableciendo ese vínculo entre “el maestro”, mis
alumnos y yo. Son tantas las emociones que temo no poder describir lo que
siento por Martí.
RCM: ¿a los jóvenes que se inician en
la profesión qué le diría Carmela? - Sonríe complacida…
CMH: que yo fui joven…también sufrí
incomprensiones, tuve tropiezos, desencuentros, pero aprendí y aquí estoy,
porque no me cansé, nunca desistí… sabía lo que quería y adónde quería llegar y
creo haberlo logrado y si yo lo hice ellos también pueden. Eso sí repito lo que
en muchas ocasiones ya he expresado esta profesión necesita de un amor
incondicional para hacerla duradera y exitosa.
Carmela Martínez Hechavarría, la maestra
que inspiró a Daranas para hacer el protagónico de su película Conducta estuvo
aquí en Songo – La Maya
y serán inolvidables los minutos compartidos con esa mujer que inspira ternura,
amor y pasión por una labor que es capaz de perdurar para siempre.
Todavía la película Conducta está
fresca en las mentes y los corazones de todos. Mucho he leído sobre la Carmela (Maestra real de
carne y hueso que trabaja en una escuelita primaria de la capital de Cuba) que
interpretó magistralmente la actriz Alina Rodríguez en el recién estrenado
filme de Ernesto Daranas Serrano.
Y que este 23 de abril estuviera
Carmela Martínez Hechavarría aquí en nuestro terruño no podía pasar
desapercibida para esta redactora al igual que para los tantos que supieron de su
presencia.
Luego de las presentaciones de rigor accedió
a intercambiar para este sitio:
Raquel Castro Milán: cuando supo del
proyecto de Daranas, imaginó que la película sería tan exitosa?
Carmela Martínez Hechavarría: “nunca
pensé que mi labor diaria en un aula común y corriente como las miles que hay
en toda Cuba sería acogida de esta manera – tampoco imaginaba a Alina Rodríguez
encarnando a mi persona, no porque no fuera una actriz extraordinaria si no
porque pensaba que no iba a ser yo”.
RCM: la primera impresión de la
película
CMH: “no pude terminar de verla… se
mezclaron muchos recuerdos, era verme ahí en esa pantalla, ver a mis alumnos a
los tantos que han pasado por mis manos – fíjese como es que todavía no he
podido verla de un tirón, lo más cercano a eso fue el visionaje que se hizo en
un taller nacional de valores, donde la iban pasando por partes para propiciar
los debates.
Ya ha pasado un tiempo y sé que en
algún momento podré hacerlo es una deuda que tengo conmigo misma.
RCM: solo quien conoce de los avatares
de un aula entiende la relación especial que se establece con los niños, al
cabo de tantos años cómo ve ese proceso?
CMH: es un denominador común que marca
a cada maestro, a quien sienta verdadero amor por la profesión de educar. Por
eso aseguro que hay muchas Carmelas en las aulas cubanas como también sé que en
cada una hay un Chalas, lo fundamental es no quedar conforme y seguir cambiando
mentalidades y transformar los modos de actuación para el bien de niños y de la
sociedad toda.
RCM: ¿por qué José Martí en las clases
de Carmela? Hay un impás… piensa… suspira hondo… al final con ojos brillosos y
una sonrisa en los labios…
CMH: Martí es un icono como maestro,
es mi paradigma, mi mayor patrón. De él lo leído casi todo y los propios
alumnos han sido quienes me han abastecido pues siempre me llevan algún que
otro título y así se ha estableciendo ese vínculo entre “el maestro”, mis
alumnos y yo. Son tantas las emociones que temo no poder describir lo que
siento por Martí.
RCM: ¿a los jóvenes que se inician en
la profesión qué le diría Carmela? - Sonríe complacida…
CMH: que yo fui joven…también sufrí
incomprensiones, tuve tropiezos, desencuentros, pero aprendí y aquí estoy,
porque no me cansé, nunca desistí… sabía lo que quería y adónde quería llegar y
creo haberlo logrado y si yo lo hice ellos también pueden. Eso sí repito lo que
en muchas ocasiones ya he expresado esta profesión necesita de un amor
incondicional para hacerla duradera y exitosa.
Carmela Martínez Hechavarría, la maestra
que inspiró a Daranas para hacer el protagónico de su película Conducta estuvo
aquí en Songo – La Maya
y serán inolvidables los minutos compartidos con esa mujer que inspira ternura,
amor y pasión por una labor que es capaz de perdurar para siempre.