¿Qué es la protección al consumidor?,
esta puede ser una interrogante que muchos songomayenses se hagan día a día. No
bastan los mensajes salidos en la
TV constantemente o en las emisoras de radio.
Hace falta saber con exactitud qué
significa este término para entender ciertas actitudes que asombran a unos y las
desentienden otros.
Si protección es amparo, ayuda, favor,
salvaguardia… y por su parte consumidor es comprador, interesado, cliente,
derrochador gastador…entonces se deduce que la protección al consumidor es una disposición que establece
normativas y medidas a favor de quienes compran determinados productos en un
momento dado.
Entonces ¿por qué quienes tienen el derecho de
reclamar el peso y la calidad de una mercancía se rehúsan de hacerlo?, ¿habrá
temor?, ¿será falta de confianza en lo legislado?
Puede ser que no estén a tiempo los
encargados de hacer cumplir estas normativas o en el peor de los casos suceda
igual que en los versos de la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz quien dijo “estoy tan
acostumbrada al mal desde que mi bien perdí que el bien me parece mal y el mal
es bien para mí” o sea ya no importa total nunca pasa nada y de todas maneras
resuelvo que se le va a hacer.
Si he puesto este tema hoy en la radio
es por la cantidad de violaciones observadas a diario en cada establecimiento
de este Songo - La Maya
de todos.
Menudo que no hay para los vueltos,
falta de hasta media libra en una pesada, demora para servir, hablar encima de
productos listos para consumir, contratos entre entidades que no se cumplen,
unidades que no abren a la hora señalada o cierran antes del tiempo previsto,
camiones y autos (particulares o no) abarrotados de pasajeros y cobran lo que
mejor le plazca a su dueño… y así podría gastar más de tres cuartillas
enumerando errores y no pasa nada.
Seguimos entonces detrás de la
incógnita ¿Y la protección al consumidor dónde está que no la veo?
Habrá que establecer nuevas
resoluciones y estatutos que surtan efecto? Creo que no hay necesidad de hacerlo,
si no que cada quien en su justo momento reclame lo que está mal, eso sí con
forma y educación y llamando a cada cosa por su nombre, dejar de pensar que si se
pide lo adecuado lo van a mirar mal o lo van a criticar.
Usted reclame, pida, exija, solicite, demande lo que le toca en el acto
para que de una buena vez aparezca la llevada y traída protección al
consumidor.