No se habla hoy más que de pelota en las calles de Songo –
Maya. Pareciera la furia de aquellos años de cuando la gran aplanadora nos daba
los alegrones a todos los que vivimos en esta parte de la geografía cubana.
No será la gran aplanadora pero sí un equipo que esperó
por más de 15 años para acariciar la tan ansiada victoria. No he estado pendiente
de esta serie 52 de béisbol, lo admito con toda sinceridad, mi equipo (Santiago
de Cuba) no llegó ni a la segunda fase de este campeonato.
Debo admitir que cuando llegó la gran final deseé el
triunfo en un inicio para los inspirados matanceros por aquello de que El Venao
(Manuel Benavides) está en esa nómina hace dos campeonatos y es tan mayero como
yo.
Pero… otra vez vi en los muchachos de Ramón Moré la garra
y la entrega para inclinarme por ese equipo grande, pujante, lleno de figuras
consagradas como Ariel Pestano y Freddy Asiel Álvarez quienes fueron quizá la
inspiración para unirse y llegar a este juego final con la decisión de ser
Campeones de la pelota cubana.
Quiero referirme también a hombres como Edilse Silva (santiaguero),
Jonder Martínez (artemiseño), Danel Castro (tunero), Dairon Varona Suárez (camagueyano),
entre otros quienes con su contribución también llevaron a los naranjas al
sitial de honor.
Mi colega Liliana Sierra, periodista de radio sonido SM,
no quiso hablar de pelota, no sé a ciencia cierta sus motivos, yo por mi parte
estoy muy feliz con que el equipo del centro se haya alzado con su trofeo
victorioso.
Desde mi Songo – La Maya pido con fuerzas que vuelva un
equipo Santiago como el de Pacheco, Kindelán, Pierre, Fausto, Godínez,
Benavides, Vera, Ormari Romero y toda esa constelación de estrellas que nos hicieron
delirar de emociones en 3 ocasiones consecutivas al mando de Higinio Vélez y 2
con Antonio Pacheco, para quedarse por siempre en nuestros corazones como la
gran aplanadora de Cuba.
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